–Proyecto, impulsado por el Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso, contempla una inversión de 7 mil 400 millones de pesos.
Con la aprobación de Contraloría General de la República, en el día de ayer, el Ministerio de Obras Públicas –a través de su Dirección de Arquitectura-, dio inicio al contrato con empresa Brotec, para la construcción del edificio de la Ciencia en Valparaíso. Este proyecto es impulsado por el Instituto Milenio, Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso (CINV) y busca posicionar a la ciudad puerto como un polo de referencia para la neurociencia en Latinoamérica.
Los trabajos comenzarían a principios de junio y la empresa tendrá un plazo de 20 meses para habilitar el inmueble, cuyas dependencias albergarán a más de 150 investigadores chilenos y extranjeros a partir del primer trimestre del año 2020.
“La construcción del edificio para el Centro Interdisciplinario de Neurociencia, de la Universidad de Valparaíso, es la realización de un valioso sueño en favor de la investigación científica del mayor estándar que se hace en el país, en esta misma disciplina. Que haya concluido la tramitación administrativa y el acto de toma razón de la adjudicación de la obra respectiva, por la Contraloría General de la República, es el más claro signo de no retorno en este largo y esforzado camino que iniciara el doctor Ramón Latorre, en cuanto llegara a esta universidad, hace diez años”, señaló el Rector de la UV, Aldo Valle.
La máxima autoridad de la Casa de Estudios, indicó además, que agradece esta inversión pública regional, mediante la cual se podrá generar “nuevo conocimiento al servicio y bienestar de todos, que es la misión que siempre queremos dar a nuestra investigación científica. Por esta misma razón, agradezco a todos quienes, sea desde la UV o fuera de ella, han hecho posible este gran logro institucional de nuestra Universidad.”
En tanto, el Dr. Ramón Latorre, Premio Nacional de Ciencias y director del CINV, destacó que “la materialización de esta iniciativa, que ha recorrido un largo camino desde su formulación, es la piedra angular del sueño de posicionar a nuestra ciudad como un faro de la ciencia y como un polo de referencia para la investigación en neurociencia en Latinoamérica”.
Edificio Abate Molina
Ubicada a un costado de la iglesia del mismo nombre y emplazado en el área declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la iniciativa arquitectónica contempla una inversión cercana a los 7 mil 400 millones de pesos. Dichos recursos son aportados por la Universidad de Valparaíso ($1500 millones), el MOP ($1000 millones), el Gobierno Regional ($2500 millones) y la Subsecretaría de Desarrollo Regional ($2400 millones). El edificio llevará el nombre de Juan Ignacio Molina, el “Abate Molina”, sacerdote de origen italiano considerado como precursor de la ciencia chilena en los siglos XVIII y XIX, quien residió durante un período en ese mismo lugar.
“Edificio será la piedra angular del desafío de posicionar a nuestra ciudad como un faro de la ciencia para Latinoamérica”, afirmó el director del CINV, Ramón Latorre.
Esta propuesta fue aprobada por la Contraloría General de la República. La empresa constructora Brotec –una de las tres firmas licitantes en el proceso–, quien tendrá a cargo el desarrollo del proyecto, tiene más de 50 años de experiencia en edificaciones públicas, y entre sus proyectos más emblemáticos destaca la ruta entre Rodelillo y El Salto en Viña del Mar, las obras civiles del Aeropuerto Mataveri en Hanga Roa y el Aeropuerto Pudahuel de Santiago, entre otros.
“La propuesta presentada a licitación por la constructora Brotec cumple a cabalidad con los estándares que aspiramos, tanto para el funcionamiento del centro como para la imagen institucional que queremos proyectar hacia la ciudad y el país, contribuyendo de igual forma a la recuperación de un barrio histórico de Valparaíso, integrando además a la comunidad del sector”, destacó el director ejecutivo del CINV, Juan Carlos García.
Reactivación de Zona Típica porteña
Durante cinco siglos, el ex edificio Severín ha sido testigo privilegiado en hitos de Valparaíso y la vida republicana de Chile: desde sus orígenes como templo jesuita en el Siglo XVI, el funcionamiento del retén Santo Domingo de Carabineros a finales del Siglo XIX, y los daños ocasionados por diversos desastres naturales e incendios que han afectado sus cimientos desde 1905 a la fecha.
El inmueble –que mantendrá la fachada del edificio donde sesionó el primer Congreso bicameral de Chile y se redactó la Constitución chilena de 1828– fue afectado por un incendio el año 2004. De acuerdo al informe ICOMOS del año 2015, (entidad técnica asesora) de la Unesco, y cuyo objetivo es evaluar el estado del patrimonio porteño, su recuperación contribuirá a reactivar social y económicamente el Barrio Puerto, a través de un polo de desarrollo científico de primer nivel.
“Estamos poniendo en valor 500 años de historia”
Al interior del inmueble funcionará un moderno centro de investigación en neurociencia, con laboratorios de alta tecnología, que albergarán a más de 150 profesionales, entre investigadores, académicos, estudiantes de doctorado y postdoctorado y personal administrativo. La construcción tendrá un total de 4.800 metros cuadrados y cinco niveles, dos de ellos subterráneos.
“Su construcción es la realización de un valioso sueño en favor de la investigación científica del mayor estándar que se hace en el país”, indicó el Rector de la UV, Aldo Valle.
Su recuperación definitiva supone también la entrega de wifi gratuito para los vecinos del sector y un auditorio con capacidad para 200 personas, que recibirá exposiciones de ciencia, arte y cultura, además de ser un espacio abierto para actividades de carácter educativo y comunitario en el área. Se espera que el Centro reciba cada año, tanto la visita de especialistas ligados a la investigación científica, como público atraído por las actividades de extensión del centro.
“Este edificio tiene el privilegio de levantarse sobre más de 500 años de historia. En este espacio se han registrado algunos de los hitos más significativos de la ciudad y de la vida republicana de nuestro país. Aquí se reúnen la tradición y el patrimonio, pero también la vanguardia y la oportunidad para el desarrollo de Valparaíso y de sus habitantes, fortaleciendo además su condición de ciudad patrimonial. Desde el punto de vista arquitectónico, estamos demostrando que a través de una construcción moderna e innovadora, es posible realizar obras de alta complejidad programática y, al mismo tiempo, recuperar sitios históricos”, concluyó Ramón Latorre.