Nuestro país es pionero en la investigación de las ventajas de esta especie endémica chilena, en procesos inflamatorios de enfermedades crónicas.
Publicado en El Mostrador el 07 de diciembre de 2023
Escrito por Pamela Simonetti
La inflamación es la respuesta del cuerpo ante una lesión o infección e incluso ante una mutación que altera la función de una proteína. Durante la inflamación el organismo produce sustancias químicas que generan una respuesta inmune para combatir la infección o promover la reparación del tejido dañado. Esta definición, donde el sistema inmune es el protagonista en la respuesta inflamatoria, es ampliamente aceptada por la comunidad científica y médica, siendo actualmente llamada respuesta inflamatoria canónica.
Si bien la inflamación es un factor común en diversas patologías, en las enfermedades crónicas no transmisibles, tales como la diabetes, enfermedad de Alzheimer, epilepsia, depresión entre otras, las células fundamentales del tejido afectado también participan en el proceso inflamatorio. Este cambio de paradigma -o nueva forma de entender el mecanismo de desarrollo de las enfermedades- y pensar en tratamientos más efectivos que apunten a la raíz del proceso inflamatorio crónico, como enfoque de la curación de la patología y no solo a aliviar los síntomas, es lo que propone el doctor Juan Carlos Sáez, director del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso (CINV), luego de que sus investigaciones realizadas en el Laboratorio de Conexinas y Panexinas de la Facultad de Ciencias UV, junto a las colaboraciones llevadas a cabo con distintos grupos de científicos internacionales, proporcionaran sorprendentes hallazgos, que le han valido publicaciones en prestigiosas revistas científicas como Journal of Neuroscience y Neuron.
Actualmente, el doctor Sáez se prepara para dar una conferencia este 4 de diciembre, para el departamento de Neurociencia de la Facultad de Medicina Albert Einstein, en Nueva York, Estados Unidos. En la conferencia, hablará sobre su nueva visión de la inflamación en las enfermedades crónicas, que él llama “no canónica”. Sáez ha identificado blancos terapéuticos inhibidos por moléculas naturales y sintéticas. Un ejemplo paradigmático de esta nueva dirección es el Boldo (Peumus boldus, por su nomenclatura científica), árbol endémico chileno y la boldina, su principal alcaloide. Esta molécula ha despertado un notable interés en la comunidad científica internacional debido a sus propiedades, como revelan las investigaciones del doctor Sáez en colaboración con científicos de Estados Unidos y Hong Kong, entre otros.
“Si bien hay una amplia variedad de patologías, nos hemos enfocado especialmente en las enfermedades crónicas, aquellas que no son transmisibles y carecen de agentes infecciosos. Desafortunadamente, estas enfermedades no tienen una cura en la actualidad y los compuestos antiinflamatorios disponibles en las farmacias no resultan efectivos. Algunas de ellas, como la epilepsia y la diabetes, cuentan con tratamientos que se enfocan principalmente en aliviar los síntomas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos tratamientos no logran sanar por completa la enfermedad”, advierte el científico.
Proceso inflamatorio
El doctor Sáez observó que muchas de estas enfermedades crónicas comparten una condición inflamatoria como factor común. Sin embargo, esta inflamación no sigue el patrón canónico en el que participa de forma relevante el sistema inmune. En lugar de ello, la inflamación se localiza en el tejido afectado o responsable de los síntomas.
Por ejemplo, en el caso de la epilepsia y la depresión, el origen de la enfermedad se encuentra en el cerebro, mientras que en la diabetes en la respuesta metabólica general y en las enfermedades neuromusculares, el inicio de la enfermedad se encuentra en el tejido muscular.
“Es importante destacar que, en el contexto de las enfermedades crónicas, es común la participación de estructuras de la membrana celular llamadas canales iónicos “no selectivos”. Estos canales permiten el paso de diferentes tipos de iones y señales celulares a través de las membranas celulares, en contraposición a aquellos canales específicos para un solo tipo de ion, como los canales de calcio, potasio o sodio. Hasta pocos años atrás, no se había observado la presencia de canales en la membrana celular que no fueran específicos para un tipo particular de ión. En relación con el calcio, este juega un papel protagónico en la respuesta inflamatoria, ya sea a través del sistema inmunológico o de un sistema “no canónico”, en el cual intervienen estos canales no selectivos. Cuando el calcio ingresa de manera constante en la célula, se produce un estado de enfermedad y se manifiesta inflamación, e incluso puede llevar a la muerte celular, ocasionando la disfunción de los órganos. En el caso de que esto ocurra en el cerebro, el proceso puede ser irreversible, mientras que en otros tejidos la situación puede llegar a ser reversible, como en los músculos esqueléticos, que nos permiten desplazarnos. En este último tejido, si se logra detener la inflamación, el músculo se recupera”, sostuvo.
Importante hallazgo
El doctor Sáez hizo recientemente un descubrimiento relevante relacionado con la diabetes, en el cual se observa la presencia de canales iónicos “no selectivos” en las células musculares. Según explicó, en las enfermedades neuromusculares, las células progenitoras que normalmente generan nuevas células musculares están inflamadas y presentan estos canales “no selectivos” llamados hemicanales. Como consecuencia, se forman adipocitos (células que acumulan grasa), así como células musculares que presentan canales “no selectivos”, en lugar de células musculares normales.
Si se bloquean estos canales “no selectivos”, las células progenitoras ya no se convierten en adipocitos, sino que cumplen con su función normal de formar células musculares sanas. “Este descubrimiento ha llevado a una disminución de los niveles de glucosa en sangre, ya que al cerrar estos espacios, el músculo puede llevar a cabo su trabajo adecuadamente, capturando la glucosa de la sangre para obtener la energía necesaria para su funcionamiento. Como resultado, las personas afectadas por diabetes no solo reducen su grasa corporal, sino que también pueden realizar actividad física ganando fuerza muscular sin que sus músculos se deterioren. Este avance representa un gran paso hacia la comprensión de la diabetes, ya que ahora se conoce una importante razón por la cual los niveles de glucosa se mantienen altos. La solución resulta ser sencilla: bloquear estos canales no selectivos, lo cual provoca una rápida disminución de los niveles de glucosa, reduce la inflamación, permite la llegada de sangre a las regiones más distantes del corazón y todo esto favorece una posterior recuperación”.
Blanco molecular
En esa línea, el investigador afirmó que tanto el boldo como la boldina y derivados sintéticos de ella han demostrado ser efectivos en la recuperación muscular, como lo ha comprobado en sus experimentos. “Además, hemos explorado otras estrategias experimentales para este propósito. Aunque algunos argumentan que la boldina es una molécula no selectiva y poco específica, nuestros resultados demuestran que esa falta de selectividad es una ventaja ya que le permite cerrar varios canales no selectivos que participan en la respuesta inflamatoria, lo que la hace muy eficaz en detener la inflamación.”.
“Hemos descubierto moléculas específicas, para las cuales aún no existe una patente, y hemos utilizado otras estrategias para bloquear estos canales “no selectivos” de la membrana. En todos estos enfoques, hemos logrado obtener los mismos resultados: la recuperación del músculo. Por lo tanto, la acción de la boldina no se debe a su falta de especificidad, sino que actúa en los blancos moleculares que estamos investigando. Incluso moléculas altamente selectivas, como la molécula sintética D4, que hemos descubierto, producen los mismos efectos observados al eliminar los hemicanales, utilizando ingeniería genética”.
Juan Carlos Sáez añadió que entre las ventajas del boldo destaca que es un producto natural que puede ser utilizado como suplemento alimenticio y está disponible en el mercado.
“Esto significa que no es necesario esperar la aprobación de una molécula por parte de la agencia estadounidense responsable de la regulación de alimentos y medicamentos, FDA (Food and Drug Administration, por sus siglas en inglés), para proporcionar una terapia a muchas personas que padecen estas enfermedades”. El boldo está disponible y fue aprobado como planta medicinal, además es asequible y efectivo.
“La agilidad en el acceso al tratamiento de la diabetes puede resultar crucial, ya que puede prevenir problemas como amputaciones en las piernas, hospitalizaciones y el uso de equipo médico costoso, entre otros, lo cual genera un enorme costo para el Estado. La asequibilidad y la prontitud en el uso del boldo como suplemento alimenticio resaltan su potencial impacto positivo en el tratamiento de enfermedades, especialmente en comparación con procesos que requieren aprobaciones regulatorias más extensas.”
Epilepsia y boldina
El doctor Sáez también se refirió a la epilepsia, patología en que las células involucradas son las microglías y los astrocitos en el cerebro (células que forman parte del tejido nervioso, pero no son neuronas). Durante la inflamación, estas células liberan diversas moléculas a través de los hemicanales.
“Estas moléculas actúan como excitadores del sistema nervioso, lo que explica los síntomas asociados con la epilepsia. Sin embargo, al bloquear su liberación, se logra calmar a microglías y astrocitos como también a las neuronas, lo que resulta en la drástica disminución de síntomas a nivel experimental”.
Este fenómeno revela una nueva perspectiva en el tratamiento complementario de la epilepsia, abordando directamente la excitación neuronal a través de la modulación de la liberación de moléculas desde astrocitos y microglías. La aplicación del boldo emerge como una estrategia potencialmente eficaz para mitigar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes con esta condición neurológica.
“Es importante destacar que la epilepsia se trata actualmente de manera sintomática, centrándose en controlar la hiperactividad neuronal. Sin embargo, es fundamental comprender que la hiperactividad neuronal es causada por la estimulación excesiva de las neuronas debido a la liberación de moléculas por parte de células vecinas (como los astrocitos y microglías), a través de los hemicanales. En este contexto, el boldo actúa inhibiendo estos hemicanales, que son la vía por la cual se liberan las moléculas que sobreexcitan a las neuronas. Al inhibir estos hemicanales, se logra calmar tanto las vecinas como a las neuronas, lo que resulta en la ausencia de síntomas”. Este enfoque ofrece una alternativa prometedora y específica para abordar la causa subyacente de la hiperactividad neuronal en la epilepsia, marcando un avance significativo hacia tratamientos más centrados y eficaces.
La comunidad científica está mostrando un creciente interés en el boldo, debido a sus potenciales beneficios, a partir de las investigaciones que ha desarrollado el doctor Sáez en más de dos décadas de estudio. “En colaboración con el médico Cristopher Cardozo de la Oficina de Investigación y Desarrollo de Rehabilitación de Asuntos de Veteranos (VA Office of Rehabilitation Research and Development, por su nombre en inglés), de Nueva York, recientemente se publicó un estudio que resume nuestros hallazgos y demuestra que el consumo de boldo favorece el crecimiento de los nervios después de un daño en la médula espinal, lo que potencialmente podría evitar la parálisis. Esta investigación, originada en Chile, ha llevado a un grupo de científicos en Estados Unidos a obtener una patente que respalda el uso de boldina para promover el crecimiento de las neuronas y reducir el dolor evitando la parálisis. Gracias a estos avances, se han financiado cerca de diez años de investigación en este campo. Es importante mencionar que el boldo chileno es el único que ha demostrado ser efectivo hasta ahora”.
La enfermedad neurológica más frecuente es la epilepsia. A nivel mundial, la epilepsia afecta aproximadamente entre el uno y dos por ciento de la población, mientras que en países subdesarrollados esta cifra alcanza alrededor de los dos puntos porcentuales. Por otro lado, la diabetes es una patología mucho más común, afectando alrededor del 15 por ciento de la población y se espera que esta cifra se duplique para el año 2050. Estas enfermedades generan un alto costo social y, si los médicos consideraran el uso del boldo para su tratamiento, podría generar un impacto significativo a nivel mundial.
Finalmente, es importante destacar que el consumo de boldo no presenta efectos colaterales ni riesgo de toxicidad importante. Chile es pionero en la investigación del boldo para el tratamiento de enfermedades.
“Pacientes con enfermedades incapacitantes, al enterarse de los resultados experimentales del doctor Sáez, optaron por iniciar un tratamiento con boldo y lograron detener la pérdida de masa y fuerza muscular, además de recuperar su movilidad. Estos resultados evidencian claramente que el boldo no es tóxico, ya que lo consumieron durante varios años sin problemas”.
Este análisis releva la prometedora naturaleza del boldo como herramienta terapéutica segura y eficaz. Su potencial para impactar positivamente en la salud, respaldado por investigaciones y desarrollos en Chile y en otros países como Francia y China, proyecta un futuro donde el boldo podría desempeñar un papel clave en el tratamiento y la prevención de diversas enfermedades, marcando un avance significativo en la medicina.