Tanto en 1997 como en 2008, causó conmoción en nuestro país, no tanto entre sus colegas, sino más que nada en los jóvenes y la gente común.
“En ese minuto no existía el Congreso Futuro ni un montón de actividades que hoy promueven la ciencia y la tecnología. Fue una de las primeras superestrellas científicas que vino al país”, dice Tomás Pérez Acle, investigador del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso, quien asistió a su charla en Santiago.
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Tomás Pérez Acle participó a su vez, en el espacio de Reportajes de TVN