Medida, basada en los mecanismos de nuestro reloj biológico, busca optimizar el desempeño, aprendizaje y bienestar general de la población y, en especial, de niños y adolescentes.
El martes 7 de agosto de 2018, el presidente de la Comisión de Salud del Senado, Guido Girardi, presentó un proyecto de ley para establecer una hora oficial en Chile continental, correspondiente al actual horario de invierno. El propósito, es mantener este régimen (tiempo universal coordinado o UTC-5) durante todo el año, con el fin de promover una mejor salud para toda la población, especialmente infantil y adolescente.
La iniciativa se fundamenta en los antecedentes aportados por los doctores Ramón Latorre, director del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso (CINV) y John Ewer, experto en relojes biológicos e investigador del centro.
Sus argumentos se basan en que la salida del sol es la señal más determinante del despertar biológico, por la cual es ideal comenzar el día considerando esa premisa que optimiza el desempeño, aprendizaje y bienestar de las personas.
Proyecto de ley y sus beneficios
En el documento se argumenta que la medida es una decisión de política pública basada en conocimiento científico: “Sostenemos que Chile debe pasar a adoptar el horario GTM-5, o más correctamente UTC-5, con la gradualidad necesaria para una correcta adaptación, pues los cambios propuestos disminuirán el déficit crónico de sueño de la población chilena y el ausentismo escolar, mejorando la capacidad de aprendizaje de niños y adolescentes y el desempeño de los adultos. Además, reducirá la incidencia y severidad de las enfermedades causadas por la falta crónica de sueño como diabetes, hipertensión, obesidad y algunas formas de cáncer”.
En la iniciativa se establece que la hora oficial de Chile continental, debiese aplicarse a todo el territorio nacional con excepción de las islas de Pascua y Salas y Gómez.
A continuación, algunas claves para entender el cambio de huso horario.
Los países nórdicos funcionan de lo mas bien con mucha oscuridad durante el invierno. ¿Por qué no podríamos acostumbrarnos nosotros también?
Durante el invierno en países nórdicos, el sol se levanta tarde y los días son muy cortos. Pero es un error pensar que el cuerpo de sus habitantes se acostumbra a esta situación; la verdad es que hay poco que se puede hacer para que nuestro reloj biológico cambie su funcionamiento, sobre todo cuando es por largo tiempo. Por ello, y como ocurriría con chilenos que viajan a países nórdicos, los habitantes de estos países sufren en el invierno. Una indicación de ello es que en estos países la venta de antidepresivos es alta, y considerablemente mayor a la de otros países OECD. También es alta la prevalencia de lo que se denomina “depresión estacional”, que es causada por la falta de luz, sobre todo al amanecer. Un tratamiento efectivo es el uso de un régimen de iluminación en la mañana que replica un amanecer de verano.
Así es un error pensar que “el cuerpo se acostumbra” a cualquier horario. Sin embargo, los países nórdicos no tienen otra opción. Piense que la ciudad mas al sur de Alemania (y por lo tanto con día mas largo en el invierno) está aproximadamente a latitud 48N, lo cual es cercana a la de Cochrane en Chile; por el norte Alemania se extiende hasta la latitud 54N, que es mayor que la de Punta Arenas (53S). Es decir que en Alemania el “mejor horario” todavía deja a su población expuesta a muchas horas de oscuridad durante el invierno. Y nadie consideraría que Alemania es un “país nórdico”; considere Finlandia, que se encuentra entra las latitudes 60 y 70N…. A diferencia de los finlandeses, los chilenos y chilenas vivimos en zonas donde el problema es mucho menor. Así, podemos darnos un lujo que no pueden darse los nórdicos, de elegir un horario que nos permitiría vivir en mejor sincronía con nuestro reloj biológico. Y si podemos, ¿porque no hacerlo? Si bien es muy cierto que el tema del horario es mucho menos serio que las múltiples dificultades y crisis que hoy enfrenta Chile, a diferencia de ellos este se puede arreglar simplemente derrocando un Decreto (el que impuso este cambio de horario). Hacerlo re-establecería el horario original, que si bien no es optimo sí es mucho mejor que el actual, tanto para la salud como para el desempeño de los chilenos.
Si bien con este nuevo horario tengo que usar el despertador todos los días, yo lo prefiero porque me permite llegar con luz a casa con mis hijos del colegio.
Si se despierta todos los días con despertador significa que todos los días pierde un poco de sueño. La falta de sueño por periodos extendidos tiene efectos negativos sobre la salud, causando hipertensión y diabetes, entre otros; además aumenta la propensión a fumar, disminuye la atención, etc. Claro, Ud. puede elegir este horario a cambio de volver del colegio con sus hijos con luz. Pero un Gobierno debe considerar las consecuencias de elegir este horario sobre la salud de todos sus ciudadanos y con este horario la mayoría de los chilenos y chilenas perderá sueño, con las consecuencias ya mencionadas, las cuales le significaran un mayor costo al Estado. Así como lo fue hacer obligatorio el uso del cinturón de seguridad y prohibir fumar en recintos cerrados, a veces el Estado debe tomar decisiones que atentan contra las libertades individuales. En este caso la perdida de sueño, que es mayor en niños y adolescentes, debe ser considerado como un factor importante en contra de elegir como horario único el de verano.
¿Cuál es el grupo mas afectado por este horario?
El grupo mas afectado son lo/as jóvenes y adolescentes. Esto es porque lo/as jóvenes se despiertan naturalmente mas tarde (aparte de necesitar mas horas de sueño) simplemente porque son jóvenes. A consecuencia de ello el despertador los hace perder mas sueño que a un adulto, afectando aun mas su estado de alerta, atención, y salud. Entre ellos, los que son mas afectados son lo/as jóvenes que además son “búhos”, y se ha mostrado que su desempeño académico es peor durante la mañana que durante la tarde. Así, por ejemplo, la nota que obtienen en un examen depende en parte de la hora del día en que dan el examen (lo cual le restaría validez al examen como instrumento preciso para medir conocimiento/comprensión). Tomando esto en consideración, algunos países están experimentando con comenzar las clases en colegios a las 9 o 10AM. Resultados iniciales muestran que este cambio ha resultado en una disminución notable en el ausentismo; ¡precisamente lo que se espera! A diferencia de ello, con este nuevo horario el ausentismo escolar en Chile aumentó a 18.9%, desde un promedio de 16.5% para los 3 años anteriores; ¡que sorpresa! También aumenta significativamente el desempeño.
¿Cuál sería el mejor horario?
El mejor horario sería aquel en que el sol se levanta a una hora cercana a la hora en que se despierta la mayoría de la población, ya que ello minimiza la perdida de sueño. Puesto que el amanecer varía durante el año no es posible elegir un horario que funciona perfectamente todo el tiempo, a menos que uno viva cerca del ecuador. Sin embargo el mejor compromiso sería elegir el horario que corresponde a nuestro huso horario (longitud). Para Chile este seria utilizar el horario de Perú (+2h con respecto al horario actual; +1h con respecto a horario de invierno histórico).
¿Es acertada la propuesta de los habitantes de Magallanes de mantener el horario de verano, teniendo así un horario diferente del resto de Chile?
Magallanes se encuentra en el extremos sur del país, por lo cual sus días son muy cortos durante el invierno. Elegir el horario de verano significará que el sol se levantará muy tarde durante el invierno. Ello hará que la mayoría de la población comience cada día con un déficit de sueño de varias horas, lo cual afectará su desempeño y su salud. Además hará que la mayoría de la población se levante a oscuras durante una gran parte del año. Por ejemplo, el sol no se levantará en Punta Arenas (latitud 53S) antes de las 8:00 entre el 28 de marzo y el 10 de septiembre, mas de 5 meses—¡casi medio año! Comparemos eso con la situación en una ciudad como Copenhagen (latitud 55N, un poco mayor incluso a la de Punta Arenas), donde el sol se levantará después de las 8:00 entre el 23 de noviembre 2016 y el 3 de febrero 2017, aproximadamente 2 meses. Así, si bien es cierto que mantener este horario significara tener un poco de luz al final del día, el déficit de sueño y la oscuridad en la mañana durante una buena parte del año indican que elegir este horario seria una mala elección.
Puesto que el amanecer varia durante el año ¿por qué hay un movimiento por eliminar los cambios de horarios?
El problema con el cambio de horario ocurre en la primavera, cuando los relojes “se adelantan”. Luego de ese cambio los ciudadanos deben levantarse a lo que biológicamente corresponde a una hora antes que el día anterior. Ello porque (por ejemplo) las 7:00 después del cambio corresponden a las 6:00 del día anterior. Así luego del cambio perdemos una hora de sueño. Esto tiene efectos documentados sobre la atención (por ejemplo, ocurren mas accidentes) e incluso sobre la salud: se ha mostrado que la frecuencia de ataques cardiacos aumenta en 8-10% el primer día después del cambio de horario de primavera; esto no ocurre luego del cambio que se hace en el otoño (cuando se “retrasan” los relojes) indicando que no es un cambio en sí que causa este aumento sino un cambio que adelanta la hora. Además, se ha mostrado que este efecto sobre el sueño persiste por varias semanas luego del cambio de horario de primavera. Es por estas razones que algunos países están considerando tener un horario único. Sin embargo, de adoptarse un horario único este debe ser el de invierno, para que durante el invierno el sol se levante temprano.
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Descargue el Texto ” Como elegir un horario para Chile” Aquí