Por Mirian Mondaca, La Estrella
A menos de un mes de recibir el Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2017, el 10 de diciembre en Estocolmo, uno de los tres ganadores, el estadounidense Michael Rosbash, viajó hasta Valparaíso para participar en el XIV Simposio Latinoamericano de Cronobiología, organizado por el Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso(CINV).
Esta instancia se desarrolló por primera vez en Chile y fue el escenario para que el genetista expusiera el trabajo de tres décadas que, junto a Jeffrey Hall y Michael Young, llevó a cabo. Una labor que permitió descubrir que todos los seres vivos, incluyendo al ser humano, cuentan con un ritmo circadiano o reloj biológico interno que está regulado a nivel del sistema nervio. so central.
Lo realizado por los genetistas y cronobiologistas estadounidenses es la más reciente pieza de una tarea por entender el funciona miento del ritmo circadiano. Una carrera que comenzó en el siglo XVIII el astrónomo Jean-Jacques Dortous de Mairan, cuando observó unas plantas del género Mimosa y comprobó que la desaparición del sol hacía que sus hojas se plegasen.
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