La eficacia terapéutica de una molécula específica, derivada de la boldina -principal alcaloide del boldo, árbol endémico chileno-, ha demostrado tener la capacidad de prevenir el desarrollo y frenar la progresión de enfermedades inflamatorias crónicas, como la distrofia muscular de Duchenne y la epilepsia. Actualmente estas patologías sólo presentan terapias paliativas y no cuentan con un tratamiento efectivo. Hasta ahora.
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Viernes 03 enero de 2020
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