El Mostrador, 7 de Mayo.
El científico John Ewer señala que el horario de Chile no corresponde a nuestra posición planetaria, que es similar a la de Perú, Colombia o Ecuador, mientras que la ubicación actual equivale a la de Brasil. Ante ello, aseguró que si la hora correspondiera a la posición planetaria, el sol saldría a las 6:30 de la mañana, “momento en que despertaríamos naturalmente y sin déficit de sueño”.
Mantener el horario de invierno durante todo el año, medida que implica retroceder los relojes en una hora, es la iniciativa que el Dr. John Ewer, científico del Instituto Milenio, Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso (CINV), desea promover ante la Comisión de Salud del Senado que preside el Dr. Guido Girardi, este martes 8 de mayo, cinco días antes de que se introduzca este cambio.
El investigador, quien acudirá al Parlamento junto al Dr. Ramón Latorre, Premio Nacional de Ciencias y director del CINV, y la Dra. Carmen Gloria Betancur, psiquiatra y académica de la Universidad de Concepción, desea dar a conocer los impactos que genera en la salud de las personas el actual sistema horario para que el Senado pueda solicitar al Gobierno la modificación del decreto que lo establece en Chile, y que vence este año.
Ewer sostiene que la luz del sol es la señal que determina cuando comienza el día: “cuanto más tarde amanece, más tarde despierta biológicamente nuestro cuerpo y mayor es el déficit de sueño causado cuando suena el despertador y nos levantamos a oscuras”. Agregó que los más afectados por el horario actual son los niños y adolescentes, quienes naturalmente despiertan más tarde.
El científico señala además que el horario de Chile no corresponde a su posición planetaria, que es similar a la de Perú, Colombia o Ecuador, mientras que la hora actual equivale a la ubicación de Brasil. Ante ello, aseguró que si la hora correspondiera a la posición planetaria correcta, el sol saldría a las 6:30 de la mañana, “momento en que despertaríamos naturalmente y sin déficit de sueño”.
El investigador del CINV aseguró que “estos desfases entre nuestro horario interno y la hora afectan negativamente la salud al corto y largo plazo, ya que generan alteraciones en el desempeño y aprendizaje, situación que es más aguda en los adolescentes”.
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