Hasta la fecha, el Centro Interdisciplinario de Neurociencia es la única iniciativa que cuenta con plazos fijos para su ejecución.
Nada de positivas han sido las reacciones que se han generado entre las autoridades y actores locales, luego que el presidente (i) de la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), Raimundo Cruzat, confirmara que la estatal desistió en la intención de instalar su edificio institucional en el abandonado Palacio Subercaseaux, ubicado en el corazón del barrio Puerto.
El inmueble fue adquirido por la EPV al municipio de Valparaíso en diciembre del 2017, en una suma cercana a los $ 543 millones, con la intención de generar allí un repunte económico en el alicaído barrio Puerto a través del levantamiento de un proyecto que incluiría una inversión cercana a las US$ 11 millones.
Sin embargo, nada de eso sucedió, y fue el propio timonel interino de la estatal quien a través de su cuenta de Twitter dejó entrever su disconformidad con la decisión, considerando que se trataba de una inversión poco factible ya que el nuevo edificio institucional solamente albergaría a ochenta personas.
Este escenario poco favorable no sería aislado, pues en las últimas semanas se habría confirmado que la empresa Terminal Pacifico Sur (TPS) tampoco instalará sus dependencias en el edificio Astoreca, ubicado a un costado de la tradicional plaza Echaurren.
Decisión que habría sido adoptada tras el complejo y extenso paro portuario que se ejecutó a finales del año pasado, y que en definitiva, habría generado que TPS mire a Viña del Mar como el destino idóneo para establecerse.
Ante esto, el Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso (CINV) surge como uno de los pocos proyectos ubicados en el barrio Puerto que, hasta la fecha, continuaría adelante con su cronograma de obras, las cuales sin embargo, se encuentran paralizadas hace más de cuatro meses debido al hallazgo de restos arqueológicos.
“El edificio de Neurociencia tiene las obras contratadas con una empresa y con la Unidad Técnica de la División de Arquitectura del MOP y ya se inició el proceso de trabajo. Sin embargo, en estos momentos las obras llevan cuatro meses paralizadas, ya que el MOP y el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) deben resolver los criterios del rescate de los hallazgos arqueológicos que hay en el sector”, precisó el arquitecto Juan Carlos García, director ejecutivo del CINV.
En concreto, explicó García, “son dos los tipos de hallazgos, el primero y que nosotros esperábamos que pudiera aparecer, tiene relación con las fundaciones del último edificio que se quemó en el año 2004, pero que por estar bajo tierra, cumplía los criterios de restos arqueológicos, denominado por el CMN, sin embargo, aún no se ha definido el proceso para retirarlos”.
En tanto, agregó el arquitecto, “en otro sector se encontraron pequeños restos óseos de dos cuerpos humanos, los cuales actualmente están en el Servicio Médico Legal (SML) para definir su data, pues se cree que tienen del orden de los cincuenta años, pero no está confirmado, y por lo mismo, el CMN nos pidió hacer 12pozos de sondaje para saber si había más restos”.
En este sentido, García expresó que junto a Aldo Valle, rector de la Universidad de Valparaíso, y Ramón Latorre, director del CINV, se reunieron con el subsecretario de Obras Públicas para solicitar que se le dé prioridad al proyecto.
“Creemos que existen obras a las cuales se les requiere dar prioridad política, y eso no quiere decir saltarse los pasos administrativos, pero sí poner este tipo de proyectos primeros en la fila, ya que son emblemáticos, pues además es el único proyecto que va quedando en el barrio Puerto, y por lo tanto, no nos podemos dar el lujo de que se caiga”, puntualizó el arquitecto, quien agregó que “siendo realista, creo que no sería una buena noticia llegar a mediados de año sin retomar las obras, y por lo tanto, esperamos que ojalá en el mes de mayo se puedan reiniciar para poder tener el proyecto terminado a mediados del 2020”.
Sin embargo, el CINV no será el único proyecto que se busca revitalizar en el barrio Puerto, pues según confirmó el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), el edificio Tassara, que alberga en su primer piso al tradicional Bar Liberty, será rehabilitado para uso inmobiliario a través de la entrega de subsidios de arriendo.
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